A medida que los usos asociados a las criptomonedas se extienden, querer hacerse de ellas es más frecuente en todas partes del mundo. Claro, todos conocen los métodos más tradicionales como la compra y venta en exchanges y brókers, pero también existe otra alternativa que puede ser ideal para quienes buscan ganar dinero: la minería. En el siguiente artículo te comentaremos en qué consisten las granjas de minería y cómo es la más grande de toda la región. Además, la polémica en torno al consumo energético.
Ya no es novedad afirmar que las criptomonedas han llegado para quedarse, por lo que sus usos y costumbres se van extendiendo cada vez más y más. De hecho, muchas empresas han empezado a aceptar pagos con este activo financiero. A la vez, surgen nuevas necesidades como encontrar Bitcoins perdidos o reforzar medidas de seguridad de datos personales.
Lo cierto es que en apenas dos años las criptomonedas han logrado expandir su mercado y llegar a personas que nunca antes habían imaginado. Así, las facilidades técnicas para hacerse de una están a la orden del día y podemos hacerlo mediante cualquier dispositivo móvil. Pero también existe otra alternativa que se encuentra en el centro del debate: la minería de criptomonedas.
Hoy en día, es frecuente encontrar proyectos de granjas de minerías de Bitcoin que poseen la característica de unir equipos propios y alquilados con el fin de trabajar de forma continua en hacerse de este preciado activo financiero y digital nacido en 2009 y cuyo valor se espera siga aumentando en los próximos años. La más grande de todo el continente puede encontrarse en Texas y cuenta con nada más y nada menos que la escalofriante suma de 100.000 equipos funcionando.
Ahora bien, la minería de criptomonedas está en el centro del debate debido a su alto impacto en el ecosistema, ya que la huella energética que demanda es muy elevada. De hecho, en Europa estuvo cerca de votarse una ley que prohibía –o al menos restringía- a las criptomonedas que se consiguen mediante el método de Prueba de Trabajo (PoW), entre las cuales se encuentra Bitcoin o Ethereum. La razón de ello es la búsqueda de un impacto ambiental más leven.
Si bien hay estudios que demuestran que el gasto total en esa actividad sigue siendo bastante bajo dentro del total de un país o continente, la innovación en energías sustentables está a la orden del día. En lo que a la granja de minería ubicada en Texas se refiere, no solo se encuentra el trabajo constante de los dispositivos, sino que también se necesita energía para lograr un clima frío que evite el sobrecalentamiento.
Con una línea de 800 MW y 138,000 Volts, este proyecto cuenta al día de hoy con un hosting de 200 MW, al cual pueden complementar con un self-mining de otros 150 MW a la espera de terminar la construcción de 350 MW adicionales. ¿Podrán otros países del continente imitar este modelo?